domingo, 13 de enero de 2008
Fantasmas
Querido fantasma:
Ya sé que hace tiempo que no hablamos, pero precisamente por eso, porque eres un fantasma para mí, y yo soy otro fantasma para ti. Somos dos fantasmas atrapados en ditintas dimensiones que a veces se interponen.
A veces creo ver alguna sombra tuya vagando a mi alrededor, y alguna que otra vez pensé -soñé- que podría dejar de ser un fantasma para ti, pero acabo de comprender, o de despertar, como quieras llamarlo, y sé que dos fantasmas como nosotros no podríamos encajar en esta dimensión, y mucho menos ahora, que las circunstancias han cambiado tanto.
Ahora no puedo más que sonreír, alegrarme por ti y tragarme despacito para no atragantarme esta bola que tengo en la garganta y que cae pesadamente al estómago, cortándome a veces la respiración y la razón.
Buena suerte en tu camino. Sé feliz en tu trocito de averno.
Atentamente, un reflejo del pasado.
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